¿Es necesario conservar los tickets de compra y los recibos de las tiendas?

¿Por qué se recomienda guardar los recibos de compra?

Pagar las compras con tarjeta magnética se ha vuelto común. Y, siendo sinceros, es mucho más práctico y seguro que no llevar dinero en efectivo en los bolsillos. Además, si nos roban los billetes, estamos seguros de no recuperarlos. Mientras que una tarjeta de pago perdida o robada puede bloquearse de inmediato y no servir para nada a los ladrones. Pero, precisamente, si eres tan precavido y te angustia perder tu dinero, nos surge una pregunta. En ese caso, ¿por qué te resistes a tomar el recibo de caja? Después de tanto tiempo, tomar este recibo debería ser un gesto automático y, sobre todo, deberías aplaudir esta práctica en lugar de quejarte. Porque, después de todo, gracias a este trozo de papel puedes hacer todas las verificaciones necesarias. Ah, ¿es que nunca verificas la lista de tus compras? Ay, esa confianza ciega te perderá algún día. Es una regla de oro que nunca debes descuidar. Ten en cuenta que los errores son comunes en la caja registradora. Si no quieres tirar tu dinero por la ventana, es mejor asegurarte de que tu pago coincida perfectamente con los productos comprados, sobre esto, el sitio web de TF1 nos informa que cada año el 8% de los productos no se venden a su precio real (a favor o en contra del cliente).

Y eso no es todo: si al vendedor se le exige entregarte esta impresión de confirmación, también es para facilitarte las cosas en caso de un posible cambio de artículos, por ejemplo. Bien sabes que una vez que vuelvas a la tienda, te pedirán sistemáticamente el recibo de caja, ¿si no qué otra prueba podrías presentar? Entonces, un consejo, no importa si debes esperar unos segundos en la caja, pero nunca salgas sin tu recibo. Y tampoco lo tires hasta que hayas hecho las verificaciones adecuadas.

¿Realmente es útil guardar el recibo de caja?

Oh, ¡aquí tienes otra situación que seguramente te llevará a guardar tus recibos de caja definitivamente! Cuando se realiza un pago con tarjeta, todos hemos experimentado al menos una vez la imposibilidad de finalizar una transacción. No porque no tengas fondos en tu cuenta bancaria (¡esto sucede a menudo incluso con una suma muy pequeña!), sino principalmente debido a un error del sistema de pago en sí, como un problema de conexión o un repentino corte de energía. Y la situación suele ser de doble filo: si el vendedor te asegura varias veces que el pago no se realizó, por tu parte, las dudas son muy evidentes. Y a veces incluso legítimas. Ya que no es raro que los fondos sean debitados de tu cuenta. ¡Y resulta que has pagado tus compras dos veces! ¿La solución? Guarda cuidadosamente tu confirmación de pago durante unos días, e incluso semanas. Es la única forma que tendrás para demostrar que la transacción se realizó correctamente, pero que el sistema cobró el dinero dos veces, con pruebas en el historial de tu cuenta bancaria.

¿Dónde se deben guardar los recibos de caja de la tienda?

¿Eres consciente de que incluso debes guardar algunos recibos durante varios años después de la compra? Esto es especialmente cierto para los dispositivos electrónicos.

El recibo de caja se convierte entonces en una prueba de la garantía de estos dispositivos. Ahora, entendemos que puedas ser reacio a tener más papeles en casa. Ya hay suficientes documentos que guardar, así que si también tienes que almacenar estos recibos, ¡no es agradable!

Y ni mencionar que muchos de ellos están impresos en papel térmico. ¿Y qué? Bueno, la desventaja de este material es que se desvanece después de solo unas semanas. En otras palabras, si almacenas tus recibos en malas condiciones, pronto serán inutilizables. ¡Vamos! Calma, basta con tomar algunas precauciones para no dañarlos. Antes que nada, debes saber que la luz del sol y la iluminación de los fluorescentes son los mayores enemigos del papel térmico. Así que evítalos directamente. Lo mejor sería clasificarlos en una carpeta o incluso hacer una copia para estar tranquilo. Pero no se te ocurra colocar tus recibos en fundas de plástico transparente o dentro de una bolsa de cuero, ya que sus agentes curtientes pueden afectarlos fácilmente.