Entre la clase Económica y la Primera clase, hay muchas diferencias. Además del equipo proporcionado al pasajero, la calidad de la comida servida y la comodidad óptima, el personal de cabina también se preocupa por el cliente.
Y no es para menos, el servicio se considera de alta gama. En Internet, algunos pasajeros astutos incluso intercambian consejos para obtener esta codiciada mejora de clase.
Sin duda, las ventajas de viajar en Primera clase no son insignificantes e incluso superan la experiencia de vuelo en sí misma.
Según el sitio especializado Simple Flying, en algunas aerolíneas, comienza el día del viaje, cuando todavía estamos en casa.
En efecto, algunas aerolíneas hacen todo lo posible y ofrecen un servicio de chófer privado o recogida de equipaje para asegurar el viaje desde casa hasta el aeropuerto. Una transferencia gratuita que forma parte del paquete de boletos VIP. Todo está pensado para que el pasajero se sienta como un rey.
Primera clase: un trato preferencial desde el aeropuerto
Al llegar al aeropuerto, se siente de inmediato la diferencia. Mientras que un pasajero de clase Económica tiene que hacer fila para facturar su equipaje y esperar en medio de los demás en la sala de embarque, aquellos de Primera clase experimentarán algo completamente diferente.
En primer lugar, este «boleto mágico» le permitirá registrarse tan pronto como llegue, ya que tiene prioridad. Todo se hace para acelerar los trámites y facilitar su atención.
Además, tendrá acceso a salas privadas, los famosos «lounges» de las aerolíneas que se encuentran en aeropuertos de todo el mundo. Estos son lugares íntimos donde los viajeros pueden descansar mientras esperan el despegue, en condiciones ideales. Pueden trabajar, dormir, comer en el buffet e incluso darse una ducha en algunos casos.
Según Simple Flying, algunos de estos salones están equipados con «instalaciones de spa para refrescarse o relajarse (…) las comidas a menudo son a la carta, con platos y bebidas excepcionales».
Clase Business: en el avión, la experiencia lujosa continúa
Una vez a bordo, el espacio de Primera clase se eleva a otro nivel. Simple Flying explica que los asientos se convierten en una «pequeña suite» y ofrecen un verdadero espacio de privacidad. Para entretener al pasajero VIP, la tripulación redobla su atención y entretenimiento: wifi gratuito, auriculares con cancelación de ruido, mantas, antifaces para dormir, entre otros.
La cúspide de la comodidad: «El asiento se convierte en una cama, algunos incluso tienen función de masaje». La tripulación de cabina instala colchas y almohadas de calidad en el momento de dormir, para que el pasajero pase una noche en el aire como si estuviera en una cama real.
En sus aviones Boeing 777, Emirates incluso promete una «habitación de hotel privada en el aire».
Las grandes aerolíneas como Emirates o Singapore Airlines cuentan con personal dedicado exclusivamente al espacio sanitario, ducha y spa. La tripulación de cabina de la clase Business está especialmente capacitada para cuidar de este espacio y de sus clientes específicos.
Se espera de ellos un servicio discreto y cuidadoso para garantizar un servicio excepcional que se acerque al confort de un jet privado.
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