El congelador es un verdadero aliado en la cocina, ya sea para cocinar las comidas de la semana por adelantado o para almacenar salsas de espagueti. Sin embargo, una mala organización puede convertir rápidamente este precioso espacio en un caos indeseable. Aquí tienes algunos consejos para mantener un congelador bien organizado.
1- CONTENEDORES ADECUADOS
Para evitar que la escarcha queme nuestros alimentos, es necesario reducir la cantidad de aire presente en los recipientes. Para ello, es recomendable elegir recipientes que no sean demasiado grandes en relación con el volumen de comida que van a contener, teniendo en cuenta la expansión debido a la congelación.
Entonces, si utilizas recipientes de plástico, asegúrate de que estén herméticamente cerrados. Además, si eliges bolsas de congelación, asegúrate de extraer la mayor cantidad de aire posible antes de colocarlas planas en el congelador.
De hecho, también puedes utilizar film de plástico, papel de aluminio, así como recipientes de vidrio o silicona, siempre y cuando el envase sea muy hermético (no dudes en superponer varias capas de film de plástico, por ejemplo).
2- AHORRO DE ESPACIO
A menudo puede ser complicado apilar nuestras reservas en los estantes o buscar en el interior cuando se ven como torres inclinadas. Por eso es importante invertir en cajas de almacenamiento que se pueden etiquetar según el tipo de alimentos (verduras y frutas, carnes y pescados crudos, platos guisados, etc.). De hecho, las bolsas de congelación se pueden guardar verticalmente dentro de estas cajas, y las reservas, clasificadas por categoría, serán más fácilmente identificables.
3- ¡CUIDADO CON LAS PORCIONES!
Cuando planees congelar un plato de lasaña entero o 10 muslos de pollo, es conveniente pensar en cómo se consumirán en el futuro. De hecho, una comida en familia, una cena individual o un almuerzo improvisado para los niños requieren diferentes cantidades.
Así que asegúrate de congelar tus platos e ingredientes en porciones realistas, lo que te facilitará la vida cuando llegue el momento de usarlos.
4- ETIQUETADO: UN INDISPENSABLE
Se recomienda anotar el contenido y la fecha de congelación en cada recipiente, o mejor aún, su fecha límite de consumo. Esto facilitará mucho la búsqueda de ese resto de plato guisado sin riesgo de confusión, especialmente cuando se tiene prisa.
Para los alimentos destinados a ser cocinados (carne cruda, verduras, etc.), no dudes en especificar la cantidad congelada. Esto será útil al preparar recetas.
Puedes escribir esta información directamente en las bolsas de congelación con un marcador indeleble. Para los recipientes herméticos reutilizables, es mejor usar cinta adhesiva.
Si eres un experto en organización, considera llevar una lista de tus reservas y mantenerla actualizada. Esto te evitará abrir el congelador con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo para comprobar su contenido.
5- ACCESO FÁCIL
Si tienes un congelador tipo arcón que es profundo y rara vez está lleno, un truco es colocar cajas de leche vacías en el fondo, dejándolas abiertas hacia abajo. Al colocar tus reservas encima, serán más fácilmente accesibles.
6- EN EL ORDEN CORRECTO
Para prevenir el desperdicio, se recomienda clasificar los productos según su fecha de congelación: los más antiguos al frente y los más recientes en la parte trasera. Cada vez que agregues algo nuevo, realiza una rotación para mantener este orden. De esta manera, los primeros alimentos congelados serán los primeros en consumirse, evitando el desperdicio.
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