El agua de los cubitos de hielo de los restaurantes de comida rápida contiene más bacterias que la del baño.

¿Por qué evitar los cubitos de hielo en la comida rápida?

No nos engañemos: cuando pedimos comida o bebida en un restaurante de comida rápida, nunca prestamos atención a la limpieza de las máquinas utilizadas para preparar los alimentos. ¿Quién puede garantizar que la higiene es impecable? Además, numerosas inspecciones sanitarias han revelado que algunos de estos lugares son sospechosos, incluso los más inesperados. En primer lugar, la máquina de hielo suele estar en el punto de mira. Aunque la mayoría de los clientes piden refrescos bien fríos, hay que saber que este aparato no es tan higiénico como se podría pensar. Según un estudio reciente que ha sido mencionado en el periódico Daily Mail, los cubitos de hielo que flotan en tus bebidas son un verdadero nido de bacterias. Lo más alarmante es que el nivel de microbios sería incluso mayor que el del agua de los baños. De hecho, los investigadores tomaron muestras y según los resultados, 6 de cada 10 restaurantes presentan una concentración de gérmenes y bacterias más alta en las máquinas de hielo que en el agua de los inodoros. Es mejor abstenerse de pedir que agreguen cubitos de hielo a tus bebidas en los restaurantes de comida rápida.

¿Pero por qué la máquina de hielo es tan poco higiénica?

Los agentes patógenos suelen desarrollarse en partes difíciles de alcanzar para la limpieza. Para eliminarlos por completo, el mantenimiento debe ser profundo y meticuloso. Sin embargo, esto lleva mucho tiempo y con la afluencia de clientes, es difícil para el personal de mantenimiento dedicar suficiente tiempo a ello. Por lo tanto, el mantenimiento no siempre se realiza correctamente y la máquina se convierte rápidamente en un terreno muy fértil para el crecimiento de moho y bacterias. Según los expertos del estudio, las máquinas de hielo no se limpian tan a menudo como los baños y también señalan la higiene del propio personal. Es obvio que si los empleados de los restaurantes de comida rápida no siguen estrictamente las normas de higiene, si no usan guantes de forma continua o si no se desinfectan las manos con frecuencia, el manejo de la máquina de hielo es inevitablemente dudoso.

¿Cuáles son los riesgos para tu salud?

De hecho, es posible que ya hayas notado que incluso el sabor de la bebida a menudo parece inusual. Parece que se forma una especie de «biopelícula»: es difícil de eliminar y puede causar decoloración e incluso un sabor extraño al cubito de hielo. Hay que tener en cuenta que este caldo de cultivo de bacterias contiene agentes patógenos muy poderosos como la listeria, 1,000 veces más difícil de eliminar debido a los efectos protectores de la biopelícula en sí misma. Por lo tanto, para reducir tu riesgo de exposición a estas peligrosas bacterias, es mejor dejar de agregar cubitos de hielo a tus refrescos. Además, al evitar esta dilución, disfrutarás de un mejor sabor en la bebida. Aunque el estudio especifica que el peligro para la salud no es inmediato, es mejor tomar precauciones para que este hábito no se vuelva recurrente y genere problemas en el futuro. Además, es importante señalar que este problema de higiene no se limita únicamente a los restaurantes de comida rápida. Incluso en otros tipos de restaurantes, bares y cafeterías, si las máquinas de hielo no se desinfectan correctamente, también estarás expuesto a las bacterias.

¿Por qué se debe evitar masticar los cubitos de hielo?

Muchas personas, adultos y niños, tienen la costumbre de masticar cubitos de hielo, sin darse cuenta de que esto afecta considerablemente su salud bucal. ¿Por qué sería más sabio evitar esta mala costumbre a toda costa? Aquí están las principales razones.

¿Son malos los cubitos de hielo para los dientes?

Masticar hielo puede causar grietas en el esmalte y provocar sensibilidad dental. Para demostrar las consecuencias de este mal hábito, un médico ha publicado un video en Tik Tok (@the.teeth.doc). Se ha vuelto rápidamente viral, acumulando más de 24 millones de visitas y poniendo énfasis en los terribles efectos de masticar cubitos de hielo regularmente en la dentición. Se pueden ver imágenes de dientes completamente dañados, agrietados, oscurecidos e incluso divididos en dos. Se trataba de un paciente con dientes muy deteriorados que estaba siendo tratado por el médico. Sin embargo, aunque el especialista destaque el peligro de masticar cubitos de hielo, no especifica desde cuándo el hombre tenía este mal hábito para llegar a este punto.

¿Cuáles son los riesgos para tu salud bucal?

Sea como sea, masticar o morder cubitos de hielo en el vaso sigue siendo una práctica común que puede afectar tu salud bucal de varias maneras.

Aquí hay algunas consecuencias negativas:

• Desprendimiento o fracturas en la superficie de los dientes.
• Dañar el esmalte.
• Lesiones en las encías.
• Pérdida de sensación en la cavidad oral.
• Pequeñas llagas sangrantes en la boca.
• Sensibilidad dental.
• Pérdida ósea y encías retraídas.
• Inflamación de los vasos sanguíneos en la boca.
• Mayor predisposición a sufrir caries.
• Mayor exposición a enfermedades infecciosas.

No hay nada más desagradable que una bebida sin sabor y sin burbujas. Sin embargo, existen algunos métodos eficaces para mantener el gas en la Coca-Cola u otras bebidas gaseosas.
Sigue estos consejos:

• Una vez abierta la bebida gaseosa, no debe dejarse a temperatura ambiente. Siempre guárdala en el refrigerador para que esté bien fría. De esta manera, las burbujas se mantendrán en buen estado.
• Por lo general, se coloca la botella en el lateral de la puerta del refrigerador. Pero el pequeño truco es colocarla boca abajo. Asegúrate de que el tapón esté perfectamente cerrado para evitar cualquier derrame de líquido.
• Antes de servirte un vaso de tu refresco favorito, agita bien la botella para que las burbujas se mezclen armoniosamente con el líquido y el sabor sea mejor. Para mantener el gas, coloca una cuchara dentro de la bebida.
• Además, para evitar que el gas se escape demasiado rápido al servir el refresco, la botella debe ser presionada hasta que el líquido suba hacia arriba. De esta manera, antes de cerrarla, se elevará el líquido para que el aire salga y el gas se quede.