Escaleras mecánicas: una invención revolucionaria

La escalera mecánica, también conocida como «escalator» o «caminadora móvil», se ha convertido en un medio imprescindible para transportar a las personas en grandes superficies. Es similar a una cinta transportadora, con la diferencia de que está compuesta por segmentos metálicos como escalones. El estadounidense Nathan Ames tuvo la idea en 1859 y patentó su invención, que en ese momento se llamaba «escalera giratoria». Sin embargo, su idea quedó en teoría y no se llevó a la práctica. Hasta que el ingeniero estadounidense Jesse W. Reno perfeccionó esta ingeniosa idea y diseñó la primera escalera mecánica en 1891 en Nueva York. En ese momento, su invención se llamaba «elevador inclinado». Considerado el verdadero inventor, Reno firmó la patente el 15 de marzo de 1892. Por supuesto, los primeros modelos difieren mucho de nuestros modernos escaladores actuales. En 1896, se instaló un mecanismo basado en la invención de Reno en Nueva York. Fue un éxito, tanto que se instalaron escaleras mecánicas en las principales ciudades de Estados Unidos. Sin embargo, habría que esperar hasta 1921 para ver llegar la primera escalera mecánica perfeccionada, como la que conocemos hoy en día.
¿Por qué hay cepillos en las escaleras mecánicas?

Los comienzos de los escaladores mecánicos no fueron del todo positivos. Si bien transformaron radicalmente el paisaje de las grandes superficies y facilitaron enormemente la vida de las personas, transportándolas rápidamente de una zona a otra sin esfuerzo, durante los primeros tiempos muchas personas sufrieron accidentes desafortunados por falta de vigilancia y, sobre todo, por falta de elementos de seguridad. Los peores escenarios resultaban directamente de un pie atrapado entre el borde del escalador y los escalones móviles, lo que a veces causaba lesiones fatales.
A partir de entonces, los diseñadores y técnicos trabajaron en simbiosis para intentar solucionar este problema. Es ahí donde entran en escena estos «cepillos» instalados a lo largo de las escaleras mecánicas. Y si hasta ahora algunos pensaban que estaban asociados a la limpieza, no es así. No, no fueron diseñados para abrillantar tus zapatos ni para decorar la escalera mecánica. En realidad, estas ranuras tienen un propósito preventivo y de seguridad. Son deflectores de faldón que protegen a los usuarios y evitan que los objetos caídos se deslicen hacia el interior del mecanismo y lo dañen. Por lo tanto, estos cepillos tienen la misión de protegerte cuando estás demasiado cerca de la pared, lo que podría resultar en un desgarro de la ropa o un resbalón accidental. Por supuesto, nunca les prestas atención, pero piensa que estas discretas ranuras probablemente te han salvado en varias ocasiones.
Consejo útil: a pesar de la presencia de estos cepillos, todavía es posible que la ropa se quede atrapada en el espacio entre la pared y las escaleras mecánicas. Afortunadamente, la mayoría de los escaladores modernos ya están equipados con dispositivos de seguridad eficientes para hacer frente a este tipo de problema. Sin embargo, si te quedas realmente atrapado y no puedes liberarte, intenta desprender tú mismo la tela enredada o espera la ayuda de un técnico.
Como joven medio de comunicación independiente, Tot Balears necesita tu ayuda. Apóyanos siguiéndonos y marcándonos como favoritos en Google News. Gracias por tu apoyo.